‘La cantina de medianoche 3’, sencillez que conquista

(…) con un dibujo muy, pero que muy simple, la grandeza del trabajo de Abe, que no reside como podréis imaginar en lo visual, descansa por completo en la candorosa sensibilidad con la que todas y cada una de sus pequeñas historias terminan llegándonos al corazón…

‘La cantina de medianoche 1. Tokyo stories’, relatos cotidianos

De entre todo lo que dije hace ya más de un año cuando hablé por primera vez aquí de ‘La cantina de medianoche‘ con motivo de la publicación del volumen inicial que hizo Astiberri, me quedo con las líneas que he incluido arriba por cuanto, a la luz de lo que sigue arrojando este tercer volumen que ahora nos hace llegar la editorial bilbaína, sigue ejemplificando de manera más que fidedigna lo que uno puede encontrarse si se acerca a la simpática obra de Yaro Abe y se deja cautivar por unos personajes que, algo caricaturizados para darles ese punto de efectividad que toda lectura necesita, parecieran sacados de anécdotas a pie de barra tomadas por el nipón en su discurrir por alguno de esos restaurantes japoneses que no cierran durante la noche.

Recogiendo, de la misma manera que en los dos volúmenes anteriores, relatos de extensión variada —en esta ocasión dicha extensión permite que esta tercera entrega dé cabida a 27 pequeñas historias—, los microcosmos que Abe pone en juego cada poco número de planchas con el único denominador común de la cantina y su peculiar dueño, sigue dando al artista para viviseccionar, paso a paso, no ya la particular idiosincrasia de una sociedad tan «suya» como la japonesa, sino para, aquí y allá, ofrecer retazos de una humanidad tremendamente universal que, en torno a un plato de comida —y aquí hay tantos como diferentes historias, que cada una de ellas lleva por título el nombre de un plato diferente—, tiende a mostrarse sin sus pequeñas mezquindades tal y cómo es. Y ahí, precisamente ahí, es donde reside la grandeza de ‘La cantina de medianoche’, en saber traspasar con su aguda mirada el velo de hipocresía que, en mayor o menor medida, todos llevamos en algún momento, y ofrecer honestidad a manos llenas. Y eso, queridos lectores, es motivo más que suficiente para acercarse a una serie que, además, no está lastrada por el peso de la continuidad…sin duda una ventaja añadida.