‘Giant Days Volumen 7’, sí, más de lo mismo, ¿algún problema?

Nos estábamos sacudiendo un poco el polvo acumulado tras el confinamiento y una de las referencias más anheladas por un servidor aparecía en las estanterías de las librerías especializadas con el único fin de alegrarnos un poco la existencia y hacernos olvidar (en la medida de lo posible) toda la situación que nos ha tocado sufrir. Claro está que, la obra en cuestión, debe acompañar a esta intención de sanar heridas con una historia divertida y que desprenda positivismo en cada una de sus páginas. Dicho y hecho, Fandogamia sabe muy bien lo que necesitamos en estos momentos y nos trae este ‘Giant Days Volumen 7’, una nueva entrega del slice of life más “salao” que ha visto la luz en los últimos años. La serie firmada por John Allison y Max Sarin alcanza ya una cantidad importante de historias a sus espaldas, algo que siempre juega a favor de este tipo de comics puesto que, con cada nuevo volumen, el lector conoce y se identifica más con las protagonistas. Si, el mismo mecanismo que una buena sitcom.

Esther, Susan y Daisy continúan con su segundo año de universidad, una época formativa que está dando muy buenos momentos tanto para ellas como para el lector. Pero no todo va a ser estudios, pasan los días y llegan las fiestas con su correspondiente descanso. Un momento, ¿relajación en periodo navideño? Como se podrán imaginar en estas aventuras tendremos alguna que otra reunión familiar y todos sabemos lo que eso significa. A esto hay que sumar algún que otro “lío” marca de la casa como podría ser una boda virtual en un MMORPG o manifestarse delante de un supermercado para evitar que los comercios de la zona se vean perjudicados. Todo ello mientras nuestras chicas favoritas siguen aprendiendo y evolucionando viviendo problemas familiares de todo tipo (ya sea provocados por los padres de Susan o, de pareja, si hablamos de Daisy).

Allison maneja a la perfección todas las situaciones que va planteando, sabe qué ritmo imprimir en cada momento y conoce sobradamente las piezas con las que cuenta. Siempre haciendo gala de un sentido del humor bastante agradable, no duda lo más mínimo si tiene que introducir tramas románticas para que las amigas tengan su dosis de sufrimiento/alegría. Si hasta vamos a ser testigos de una “intervención” (¿recuerdan “How I Met Your Mother”? por parte de los protagonistas para terminar con una relación que no debería seguir adelante. Uno de los mayores aciertos del guionista es la forma en la que plantea situaciones de importancia que todos hemos vivido alguna vez, lo hace además con una naturalidad tan insultante que nos vamos a sentir identificados con todas ellas rápidamente y casi sin esfuerzo alguno. Tampoco podemos dejar de mencionar la maravillosa labor gráfica realizada por Max Sarin y las  tintas de Liz Fleming, un equipo que dota a la serie de un estilo único. Tal y como hemos comentado en alguna otra ocasión, el haberse formado en la escuela Disney se nota sobremanera si prestamos atención a las caras de los personajes y a esa forma tan característica de “moverse” a lo largo de la página. Una serie que, lejos de agotar la fórmula empleada, no hace más que ganar enteros y calidad con cada nuevo volumen que los chicos de Fandogamia publican. ¡Que no se demore el siguiente!

[Grade — 9.00]