‘La guerra del profesor Bertenev’ nos conduce hasta la Rusia de 1856, fecha en que se produjo la guerra de Crimea. Este conflicto enfrentó al Imperio Ruso contra una coalición de países entre los que se encontraba Inglaterra. Al igual que cualquier guerra, esta acabó con la vida de muchas personas y cambió por completo las de muchas otras. En este segundo grupo se encuentra el profesor Bertenev, que pasó de ser un maestro de escuela en Moscú, a encontrarse en mitad del bosque con una bayoneta en la mano.
Como el propio Alfonso Zapico comenta en el prólogo del cómic, su intención era en un principio mostrar grandes héroes y épicas batallas, pero pronto cambió de idea. A la hora de crear una obra ambientada en una guerra, la espectacularidad y los artificios de ciertas escenas quedan muy bien, pero lo verdaderamente importante es ver el factor humano de los conflictos. Y para comprobar cómo esta guerra cambia a las personas, decidió centrar su narración en el sabio y cobardica Bertenev, quien después de que su batallón sea capturado por los ingleses, termina al servicio del capitán Townsend, con quien entablará una relación que jamás se habría imaginado.
A partir de aquí se plantean varios conflictos para el pobre Bertenev. Por un lado, los soldados rusos amenazan con matarlo a la mínima oportunidad, pues le consideran un traidor desde que empezó a trabajar como traductor para los ingleses. Por otra, cada vez tiene menos claro qué será de él en el futuro, cuando la guerra termine y deba decidir entre huir y convertirse en un expatriado, o regresar a una Rusia que ya le ha mostrado su cara más miserable.