Desde hace un tiempo, cada vez que levantas una piedra aparece un tebeo, un libro o una peli dedicado al género zombi. Por todas partes nos llegan obras de calidad irregular que tratan de aprovechar el auge de los muertos vivientes, así que a los lectores no nos queda otro remedio que capear el temporal y tratar de separar las obras que valen la pena de las que no.
En esta ocasión nos toca un manga, creado por los hermanos Daisuke y Shouji Sato. Hasta el momento, han aparecido tres tomos de la serie en nuestro país, publicados por Glénat. La premisa es sencilla y resumible en pocas palabras: un grupo de estudiantes tienen que enfrentarse a una horda de zombis. Punto. Si a ello le sumáis unas cuantas armas de gran calibre, viñetas cargadas de hemoglobina, carne desgarrada y tallas de sujetador XXL, obtendréis lo que os ofrece Apocalipsis en el instituto. Ni más ni menos.
Así que, aunque eso no le haga ganar puntos en lo que a calidad se refiere, hay que decir que es un manga que no nos engaña. De primeras, ya sabemos lo que contiene: un par de pinceladas argumentales que sirven como excusa para ofrecer carnaza en todos los sentidos, diálogos prescindibles y personajes bastante planos (al menos, en uno de los sentidos de la palabra).