Más allá de la maldad está la locura. Más allá de la locura está el Joker
Así se publicitaba, en los comics de DC, la novela gráfica que hoy nos ocupa, escrita por Alan Moore en aquellos mágicos ochentas en los que los superhéroes se volvieron, de una vez por todas, adultos. Estoy hablando de ‘Batman: La Broma Asesina‘ de Moore y el genial Brian Bolland quienes crearon lo que podemos definir como el relato (y retrato) definitivo del Joker. Y es que en veinte años sólo el retrato de Azzarello y Bermejo ha sido capaz de plasmar a la perfección lo que es y lo que representa el Joker.
Pongámonos en situación, Batman llega a Arkham Asylum para hablar con Joker, de némesis a némesis. Sólo para descubrir que se ha escapado del manicomio, comienza así una persecución y una batalla entre ambas caras de una moneda. El razonamiento milimétrico de Batman contra la locura del Joker. Y es que en la ‘La Broma Asesina’ no vamos a ver un colorista plan del payaso y la típica pelea bueno contra malo.