‘Supeman: Ante La Verdad’, elegancia oriental para poner orden en Metropolis

Hablábamos ayer mismo de todo lo que significó Las Nuevas 52 para los personajes de toda la vida de la editorial DC Comics. El universo planteado tras Flashpoint no podía haber creado más polémica entre los aficionados, llegando muchos de ellos a plantearse dejar de seguir todas y cada unas de las colecciones resultantes tras el mencionado evento. Bien es cierto que algunas de ellas se salvaron, otras no podían decir lo mismo y personajes importantes como Superman no terminaban de convencer al respetable a pesar de contar con autores de la talla de Grant Morrison y George Pérez en las dos cabeceras (Superman y Action Comics). Hicieron un buen trabajo pero ninguno consiguió convencer de manera total al lector, sus propuestas, una por ser muy arriesgada y la otra por ser demasiada clásica, no llegaron a buen puerto. Tuvo que ser el de siempre, Geoff Johns, el que pusiera algo de orden en la vida del kryptoniano con una aventura que sentaría las bases para la última recta antes de Renacimiento.

‘Superman: Ante la Verdad’ contiene el primer arco argumental tras ‘Los Hombres del Mañana’, el relato de Johns que elevó el nivel de toda la franquicia como hacía años que no se veía. El volumen abre con una historia en la que John Romita Jr, como autor completo, profundiza un poco más en la actual situación del Clark, tal y como se pudo ver en la etapa de Johns, Superman ha adquirido un nuevo poder tras su enfrentamiento con Ulises, produciendo un estallido de energía solar que deja al poderoso hijo de Krypton totalmente indefenso, podríamos decir descargado, algo que le obliga a volver a recargar sus células con energía solar. Quizás lo que más nos llama la atención son algunas escenas de esas que cada vez se ven menos en los tebeos de ahora, unas viñetas en las que Clark comparte mesa con sus compañeros de La Liga mientras debaten tomándose unas cervezas.

Tras este primer episodio nos metemos ya de lleno en la saga principal del volumen, una aventura en la que una empresa llamada Hordr intentará sacar partido de la identidad secreta de Superman ya que se dedica precisamente a eso, comerciar con secretos, algo que sirve como crítica velada a todo el caudal informativo que se mueve en las redes sociales hoy en día. El encargado de escribir toda esta nueva etapa no es otro que el chino Gene Luen Yang, guionista que se ha movido siempre por terreno independiente y cuyas obras “American Born Chinese” y “The Eternal Smile” le hicieron ganar alguna que otra nominación a premios importantes. Resulta llamativo que la editorial confiara en él ya que lo más parecido a un tebeo superheroico que había escrito era “The Last Airbender” para Dark Horse, viendo los resultados, la decisión fue todo un acierto. John Romita Jr es el encargado de plasmar todas las ideas de Luen Yang y, ¿qué se puede decir de su trabajo a estas alturas? Sí, puede que su calidad haya bajado un poco en los últimos años pero incluso a medio gas, al de Nueva York hay que tomarlo en serio y sus páginas son siempre un disfrute visual. Una lectura muy recomendable que, además, tendrá continuación con alguna que entrega más por parte de ECC Ediciones en las que podremos ver cómo termina todo para el personaje en Las Nuevas 52 y el nuevo estatus al que se enfrentará en Renacimiento.
[Grade — 8.00]