‘Paria vol. 2’, prosiguen las posesiones demoníacas

Tras un primer volumen que nos dejó muy buenas sensaciones, ‘Paria’ prosigue su andadura con “Una ruina inmensa e interminable”, el segundo tomo de la colección que recopila los números 7 a 12 de la edición original americana. Nos ha tocado esperar un año para tener este cómic en nuestras manos, ya que su periodicidad en EE.UU. es bastante irregular debido a las múltiples series que compagina el guionista Robert Kirkman. Por suerte, estos retrasos han permitido que ‘Paria’ siga teniendo un nivel muy alto, y aunque este volumen sea más bien de transición, la lectura es plenamente satisfactoria.

Por si acaso alguien no lo recuerda, ‘Paria’ cuenta la historia de Kyle Barnes, un personaje que desde su infancia se ha visto enfrentado a las fuerzas de la oscuridad. Algunos de sus seres queridos han sido víctima de posesiones demoníacas, entre ellos su madre y su esposa, Allison, a la que hirió mientras intentaba proteger a la hija que ambos tienen en común. Desde ese momento, Kyle se ha visto apartado de su familia, incapaz de comprender qué le está pasando y por qué parece tener un cierto poder sobre los demonios que le acechan. Para tratar de responder a todas estas incógnitas, une sus fuerzas a las del reverendo Anderson, un sacerdote con puntuales crisis de fe que intenta ayudar a los poseídos practicando exorcismos. Sin embargo, tal y como descubrimos en este segundo arco de la serie, muchos de esos rituales no tuvieron un efecto permanente, así que los demonios han regresado a los cuerpos de sus víctimas. Kyle y Anderson intentarán enmendar esos exorcismos que se quedaron a medias, al mismo tiempo que se enfrentan a la amenaza del Maligno, encarnado en un siniestro hombre maduro que acaba de llegar al pueblo.

Tras un primer volumen cargado de acontecimientos, el ritmo de la narración se vuelve más lento en este tomo. Kirkman se toma su tiempo para plantear los peligros y amenazas a los que se enfrentarán los protagonistas en próximas entregas, con la inestimable colaboración del dibujante Paul Azaceta, que vuelve a demostrar su talento para plasmar sobre el papel atmósferas opresivas e inquietantes. Destaca especialmente su uso de pequeñas viñetas con planos detalle, un recurso narrativo que enriquece mucho las secuencias. Pese al tono reposado, encontramos pasajes de gran intensidad dramática a lo largo de estas páginas, y las incógnitas que aún están por resolver apuntan a que el próximo volumen puede ser uno de los más impactantes de la saga. Confiemos en que no haga falta esperar otro año para poder leer la continuación. De momento, os recomiendo que no dejéis pasar los dos primeros tomos de ‘Paria’, ya que estamos ante uno de los mejores cómics de terror del momento.