Como amante del cómic europeo, me gusta estar al tanto de las novedades y, siempre que sea posible, hacerme con ellas antes de que lleguen a España, ya que su publicación suele tardar bastante (si es que finalmente llegan a nuestras estanterías), y además el precio de cada álbum resulta un tanto prohibitivo. Claro que en Francia y Bélgica los precios son similares (otra cuestión es que su nivel de renta sea más alto), por lo que tirar de tiendas digitales como Amazon.fr o BDfugue puede resultar también doloroso para nuestros bolsillos.
Desde que me llevé un iPad a vivir conmigo, el formato digital se ha convertido para mí en una opción cada vez más habitual para leer cómics de todo tipo. Y, en el caso de la bande dessinée, ahora mismo es mi predilecta. Tras indagar por webs y aplicaciones, me topé con la tienda digital más interesante para comprar cómic europeo, Izneo, disponible tanto en la App Store y Google Play, como para realizar compras a través del ordenador.
El primer punto que hace de Izneo una opción recomendable es el precio de los cómics, que suele estar en torno a la mitad de lo que nos costaría el mismo álbum en papel. De ese modo, el precio por álbum ronda los 6-8 euros de media en el caso de las novedades. A ello hay que añadir una creciente cantidad de ofertas, con álbumes a 2,99 euros. Entre ellas encontramos bastante morrallita, pero también cosas interesantes como álbumes clásicos de Spirou & Fantasio e Iznogoud, así como obras más recientes, como ‘Le retour à la terre’ de Manu Larcenet. Además de comprar, también tenemos la opción de «alquilar los cómics» a un precio reducido. Esta opción nos permite descargarnos un álbum y tenerlo a nuestra disposición durante diez días.
Pero no todo es cuestión de pasta, ya que sin un buen catálogo, Izneo no tendría demasiado valor. Aunque se puedan echar en falta algunas editoriales, en su fondo encontramos obras de Dupuis, Dargaud, Casterman, Fluide Glacial, Les Humanoïdes Asociées… Es decir, editores que abarcan desde la BD más clásica hasta novelas gráficas contemporáneas de corte adulto. Cierto es que no encontraremos todo lo que se publique en Francia y Bélgica cada mes, pero imagino que con el tiempo se irán sumando más editoriales a la tienda.
Otro punto a tener en cuenta es la oferta de manga, en la que, aquí sí, Izneo está más floja. Aparte de ‘Deadman Wonderland’ y ‘Mirai Nikki’ (ambas publicadas en España, por Panini e Ivrea respectivamente), encontramos muy poquitas series que podamos seguir tomo a tomo y que además sean interesantes. Una cuenta pendiente, la del manga, que ojalá resuelvan pronto, teniendo en cuenta la cantidad de (buen) manga que publican nuestros vecinos europeos. La prisa es mayor si tenemos en cuenta además que en España no contamos con ninguna oferta interesante en cuestión de manga digital, y que editoras yanquis como Viz Media aún no se han decidido a llevar su tienda digital fuera de los States.
Por último hay que decir que la navegación por la aplicación de Izneo (hablo en concreto de la versión para iPad) es bastante cómoda, y además ha mejorado con el tiempo. Le falta destacar mejor sus ofertas temporales (como hacen en Comixology) y estaría bien que de vez en cuando sacaran recomendaciones temáticas en plan: «La mejor BD humorística», «Los mejores cómics de serie negra», etc., que ayudarían a navegar mejor por su catálogo. Se agradece, eso sí, que hayan facilitado la forma de administrar los cómics comprados, pudiendo eliminarlos y descargarlos de nuevo con comodidad.
Si te gusta el cómic europeo y pilotas un mínimo de francés, Izneo puede ser una buena herramienta para estar al tanto de la actualidad historietística franco-belga, y para poder leer los cómics sin arruinarte en exceso. Cabe el recelo de pensar que un dispositivo como una tablet sea demasiado pequeño teniendo en cuenta el formato original de los álbumes, pero por mi parte, en pocas obras me ha resultado incómodo. Si acaso en las BDs más clásicas, como Iznogoud, por la extensión de los textos en los bocadillos y las numerosas viñetas por página. En los álbumes más recientes, sin embargo, la lectura me ha parecido cómoda y los dibujos se aprecian perfectamente. Partimos de la base de que resulta casi imposible imitar la calidad de edición de un álbum en papel, pero en la mayoría de los casos, compensa pasarse al digital.
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