‘Green Arrow: La máquina de matar’, el arquero resurge como no lo hacía en años

Tradicionalmente, Green Arrow siempre ha sido considerado como uno de los personajes importantes de DC. Su presencia en alguna serie protagonizada por La Liga de la Justicia casi siempre estaba asegurada y si sumamos la popularidad que el héroe estaba alcanzando gracias a su versión televisiva, era de extrañar el pobre relanzamiento que había tenido en las New 52. Una nueva colección en la que no había autores que pudieran insuflar algo notorio a las aventuras del arquero esmeralda.

Los guiones de J. T. Krul primero y Ann Nocenti después no conseguían convencer a los aficionados y el clasicismo de Jurgens y Perez desesperaban al más pintado. Tras año y medio de medianías por fin se tomó una buena decisión: colocar al frente de la serie un equipo creativo fijo. La sorpresa vino cuando se conocieron los nombres de los elegidos. Como guionista se eligió a Jeff Lemire, hombre de confianza que está jugando un papel muy importante en muchas colecciones de la nueva andadura editorial. Las ilustraciones correrían a cargo de Andrea Sorrentino, artista italiano cuyo estilo oscuro y sórdido parecía no encajar mucho con el personaje.

Una vez leído este ‘Green Arrow: La máquina de matar‘ podemos afirmar que estamos ante un nuevo comienzo, nada que ver con lo visto hasta ahora, cuya lectura te atrapa desde la primera página. Lemire, que hasta ahora había desplegado su buen hacer en colecciones de corte algo más oscuras, se destapa aquí con una trama espectacular en la que presenta la que puede ser la némesis de Oliver Queen en esta nueva andadura, Komodo. Haciendo caer al personaje a lo más bajo (recordando por momentos al ‘Born Again‘ de Daredevil) el guionista lo despojará de casi todo y sufrirá todo tipo de calamidades.

Pero no todo serán malas noticias ya que durante esta mala racha, Queen encontrará por el camino nuevos aliados con los que poder combatir a la nueva y poderosa amenaza: Henry, Naomi o el inquietante Magus. Mención especial merece las ilustraciones de Sorrentino que tras llamar la atención de todo el mundo con su trabajo en ‘Yo, Vampiro‘, se destapa aquí como un buenísimo narrador capaz de ilustrar con una solvencia pasmosa tanto escenas de diálogos como aquellas en las que la acción es la protagonista principal.

El mencionado Magus plantará las semillas del futuro de la colección en el último número incluido en el volumen ya que la historia que traza Lemire puede dar mucho juego por lo que podemos estar ante una de las etapas más recordadas de este Robin Hood deceita. El tomo se completa con algún que otro número anterior al nuevo equipo creativo, un material completamente prescindible pero que no llega a interferir en una de las mejores lecturas actuales.