‘GenPet’, dibujos animados en viñetas

Si es bien evidente que cine y tebeos comparten muchos mecanismos narrativos, alimentándose el uno del otro constantemente, aún es más que esa relación se hace acaso íntima cuando de cine de animación estamos hablando por cuanto al venir dibujado, las similitudes entre él y el mundo de la viñeta se estrechan formando vínculos muy fuertes. Tan fuertes que, leyendo ‘GenPet’, es impresión clara de este redactor lo bien que podría llegar a funcionar la alocada y espléndida aventura que tejen aquí Damián y Àlex Fuentes en la gran pantalla sin que hubiera que ejercer cambio alguno en el diseño de unos personajes que parecen salidos de una de las hilarantes propuestas de Cartoon Network y alterando sólo lo imprescindible para trasvasar a movimiento lo que aquí es estático.

El resultado de dicho ejercicio devendría, lo aventuro ya —total, imaginar es gratis—, en una cinta capaz de hacer capturar la atención de grandes y pequeños gracias a la multitud de ingredientes que la hacen un disfrute constante, da igual la edad que tengas. Y es que este relato de amistad entre un niño y su mascota de ingeniería genética es tan variado, tan dinámico, tiene personajes tan carismáticos y divierte u entretiene tanto, que toda vez se ha terminado, las ganas de volverlo a leer al instante se alternan con las de que sus dos responsables no tarden en cuajar lo que sea que se traen ahora mismo entre manos.

Mezclando en la historia de amistad elementos que van desde artes marciales hasta cocineros legendarios pasando por peligrosos mafiosos de medio pelo o singulares combates a muerte, lo variado del guión de ‘GenPet’ —que se guarda alguna que otra sorpresa en su discurrir— se da la mano con lo dinámico y dicharachero del trazo de Fuentes, tremendamente caricaturesco y muy próximo, como decía antes, al espíritu algo cafre y rebelde de algunas de las series salidas de la imaginación de los responsables de Cartoon Network. Huelga decir que, sin lugar a dudas, esta es una lectura muy, pero que muy recomendable para niños de a partir de unos ocho-nueve años y que será convenientemente puesta en manos de mi pequeña toda vez que transcurran poco más de dieciocho meses. Que hay que formar a las nuevas generaciones y empezar lo antes posible, ¿no creéis?