'El ojo azul de Horus', tierra de faraonas

Manga histórico. Es asociar esos dos términos y enseguida pensar en kimonos y katanas, en el Japón feudal de lo que se llama jidaimono, un término no exclusivo del noveno arte. Pero eso sería ir de cabeza al tópico más sencillo: obras como ‘La rosa de Versalles‘, ‘La doncella de la nieve de la brisa primaveral‘ o ‘Thermae Romae‘ nos transportan a entornos tan distintos como la corte de Luis XVI, la Rusia posrevolucionaria o la antigua Roma…aunque seguro que más de uno echa de menos un popular periodo histórico que no parece haber calado tanto en el cómic nipón. Hablo por supuesto del Egipto faraónico, que con alguna honrosa excepción (‘Im, el sumo sacerdote Imhotep‘) parece querer darnos esquinazo a la menos en formato viñetil. Por suerte ECC llega al rescate con una obra inspirada en personajes reales de la XVIII dinastía bajo el título de ‘El ojo azul de Horus‘, subtitulada como La historia de la Reina que vestía de hombre.

No tan conocida como Nefertiti, no tan popular como Cleopatra, la reina Hatshepsut se ha ganado a pulso un puesto de honor en los libros de historia y arte a pesar de haber sido durante siglos una absoluta desconocida debido a una suerte de damnatio memoriae que difuminó su huella. ‘El ojo azul de Horus’ arranca de su boda con el que sería el faraón Tutmosis II para presentarnos a una joven que no está dispuesta a ceñirse al mero papel de hija, consorte y madre de reyes, sino que desea encontrar su propio puesto en el mundo y la historia. Con un pensamiento completamente moderno respecto a la igualdad de sexos el carácter osado e ingenioso de una protagonista que no vacila en mostrar sus sentimientos Hatshepsut (o Reina Shepsut, nombre que se usa en la práctica totalidad de la obra) se gana rápido la simpatía del lector, aún cuando éste se da cuenta por el momento de que en la caracterización de los personajes hay pocos términos medios, enfrentando personajes tan positivos como esta con otros tan oscuros como el Rey Tutmosis.

Moviéndose en un terreno colindante a la trama romántica, aún sin caer en el primer volumen plenamente en ella, y presentando los problemas matrimoniales de la protagonista, pero sin renunciar a los componentes políticos (aunque quizás debería decir dinásticos) más de uno podría pensar en este manga como una versión descafeinada de ‘Juego de tronos‘. Lejos de esta definición, aunque podamos encontrar más de una escena picante, este manga es sobre todo una obra divulgativa, que aporta a la historia información bien documentada (el senet) sobre aspectos tan variopintos de la cultura egipcia como los juegos de mesa o las reglas de la sucesión de la monarquía, añadiendo para rematar el tomo la historieta Anubis lo sabe, con información sobre la religión y cosmética egipcias.

‘El ojo azul de Horus’ es uno de esos cómics que, valga la redundancia, entra por los ojos, con un dibujo ágil y expresivo y un cuidado diseño de personajes que mima especialmente sus atuendos, y que revela un buen conocimiento de las fuentes artísticas. Finalizada ya en Japón con nueve volúmenes este manga es una apuesta más que recomendable para aquellos que creen en eso de «instruir deleitando» permitiéndonos acercarnos, con un buen número de licencias, eso sí, a una figura que aún resulta esquiva frente a nombres del peso de Ramsés II o Akenatón. No es que una obra como esta vaya a disparar la popularidad de la diplomática Hatshepsut entre las nuevas generaciones de la noche a la mañana, pero revela como el manga histórico sigue gozando de excelente salud, y puede ser una gran puerta de entrada para conocer un mundo que siempre resulta fascinante. Quien sabe si de una trama de amores y odios, sencilla pero con muchos puntos para enganchar, puede salir la carrera de más de un historiador.