‘Creepy presenta: Richard Corben’, el terror de un maestro

Si quisiera hacer justicia a la grandeza que hay contenida en las 350 páginas de que consta este volumen especial de la colección Creepy que Planeta DeAgostini lleva editando desde hace unos años, es más que probable que necesitara de mucho más espacio del que vosotros, queridos lectores, estariáis dispuestos a leer: desgranar las virtudes del arte de Richard Corben requeriría (y no estoy exagerando) de un documento cercano a una tesina, y si bien está en mi interés dejar claro lo imprescindible que resulta la adquisición de este ‘Creepy presenta: Richard Corben’ para cualquier amante del noveno arte, no es mi intención aburriros con un análisis pormenorizado de todos y cada uno de los relatos aquí contenidos.

A la espera de que alguna editorial tenga a bien recuperar todo el material que Toutain publicó hace tres décadas en unos álbumes que han llegado a alcanzar precios desorbitados (me llegaron a pedir 80€ por uno de ellos en el rastro de Madrid) esta edición en castellano del tomo que Dark Horse publicaba el pasado 2012 es la mejor manera de aprehender la maestría que Corben siempre ha demostrado tener a la hora de meter el miedo en el cuerpo del lector aunando para ello esfuerzos con nombres tan «poco conocidos» como los de Gerry Conway, Bruce Jones, Roger McKenzie, Doug Moench o su habitual colaborador Jan Strand.

El trabajo conjunto de todos ellos, embellecido por el alucinante arte de un dibujante que nunca ha conocido la expresión «eso es imposible de plasmar en viñetas» da como resultado relatos que nos transportar a otros mundos, cercanos o lejanos, imaginarios o terroríficamente reales, basados en obras existentes (magnífica la adaptación de ‘El cuervo‘ de Poe) o en otros de nuevo acuño que servían a Corben para desarrollar unas formas narrativas plasmadas en unas páginas que, aun hoy, siguen sorprendiendo tanto por su audacia como por lo poco que han envejecido en los muchos años que han pasado desde que vieran por primera vez la luz.