‘Hollywood Monsters 2’, análisis de la nueva aventura de Péndulo Studios

Cada vez que sale un nuevo título de Péndulo Studios los amantes de las aventuras gráficas nos frotamos las manos, ya que esta compañía es de las pocas que conserva el espíritu clásico de los juegos de Sierra y LucasArts. En esta ocasión nos deleitan con ‘Hollywood Monsters 2’, que a pesar de su nombre, no debemos considerarla como una secuela al uso del juego original. De hecho, fuera de nuestro país se publica con el título de ‘The Next Big Thing’, ya que en su momento la primera entrega sólo vio la luz en España e Italia.

Y digo que es mejor no considerarla una secuela porque así nos descoloca menos. Me explico. El punto de partida es idéntico al del original: dos periodistas de The Quill que acuden a cubrir una ceremonia dedicada al cine de terror, cuyos protagonistas no son actores sino monstruos de verdad. La ceremonia se celebra en la mansión del magnate de este género, William A. FitzRandolph, y allí arranca el misterio y, también, un secuestro. Pero a partir de ese momento la historia toma un rumbo totalmente distinto al de la primera parte, y de hecho, la relación con los monstruos hollywoodienses es más bien anecdótica. Por ello, es mejor no ir con ideas preconcebidas y limitarnos a disfrutar de los distintos giros en el argumento.

Durante el juego tenemos a dos protagonistas a nuestra disposición. Por un lado, Dan Murray, chulesco periodista deportivo que ha sido relegado al mundillo de la crónica social. Tiene algunos diálogos acertados y se nos va haciendo simpaticote según avanzamos en la historia, pero lo cierto es que queda eclipsado frente a su locuela compañera Liz Allaire. Me atrevo a decir que Liz es el personaje más complejo, carismático y divertido que ha creado nunca la gente de Péndulo. Sus salidas de tono, sus diálogos el fantástico trabajo de la actriz de doblaje que le da vida, hacen de ella un personaje absolutamente magnífico.

‘Hollywood Monsters 2’ está construido de una forma que lo hace muy asequible para cualquier clase de público. Por ejemplo, en todo momento nos va mostrando los diferentes objetivos que debemos cumplir, de modo que el desarrollo queda más ordenado y no nos da la sensación de no saber muy bien qué hacer a continuación. También existe la posibilidad de activar pistas y puntos activos (los elementos del escenario con los que se puede interactuar). En cualquier caso, lo cierto es que no es una aventura especialmente difícil, por lo que estas ayudas tampoco son indispensables.

La principal pega que le veo a este título es la falta de una mayor variedad de localizaciones. Sí, hay un total de 40 escenarios, pero la mayoría se enmarcan dentro de los mismos lugares, y después de ver la cantidad de sitios que visitamos en la saga ‘Runaway’ (o en el primer ‘Hollywood Monsters’, sin ir más lejos), la verdad es que los de este juego saben a poco. Eso sí, todos son una delicia y están cargados de detalles.

Pese a este defecto, la nueva apuesta de Péndulo engancha y es muy divertida. Mantiene el sentido del humor y la desbordante imaginación de otras creaciones del estudio, tiene unos diálogos brillantes, multitud de guiños cinematográficos (a pelis tan diferentes como, por ejemplo, ‘Blade Runner’ y ‘Piratas del Caribe’), y encima, el acabado del juego en Full HD nos hace pensar que efectivamente estamos ante una película de animación. Lo malo es que se hace cortito, y nos deja con los dientes largos hasta que podamos ver una nueva producción de la compañía.