‘Una tarde de pasión’, breve intensidad
Ricardo Esteban es una fuerza de la naturaleza. Al menos eso es lo que se ve desde fuera. No en vano, y a la luz de lo que el lector común puede apercibirse de su trabajo, es gracias a lo constante y pertinaz de su esfuerzo, a sus más que probables noches de desvelo y días frenéticos y a su inmensa dedicación hacia la labor como editor, a lo que le debemos que Dib-buks se vaya posicionando poco a poco y con gran ilusión como una de...