‘Paria’, cuando el mal te respira en el cogote
Pocas cosas producen tan mal rollo como las posesiones demoníacas. No lo digo solo por sus efectos más evidentes —los esputos verdosos, los espasmos y levitaciones, los juramentos en lenguas muertas y los cutis echados a perder—, sino también porque nos remiten a una de las bases esenciales del miedo: la irrupción del peligro y de lo desconocido en la vida cotidiana, en este caso a través de la transformación de un ser querido en una...