COMIC SCENE: Las Lecturas de Fancueva
V. Kingdom Come

Studio Ghibli versión extreme metal… ah sí, y un nuevo corto del Museo Ghibli

Nunca pensé que escribiría Ghibli y metal en la misma frase pero aquí estamos y gracias al disco ‘Princess Ghibli’ es posible; un disparatado proyecto al que se han sumado doce bandas europeas y japonesas de extreme metal para versionar doce temas clásicos del Studio Ghibli entre los que encontramos canciones de ‘Mi Vecino Totoro’, ‘El Castillo en el Cielo’ o, uno de los más duros, ‘Ponyo en el acantilado’.

El disco está disponible en la tienda iTunes al módico precio de 8,99 euros o, si sólo sentís un particular aprecio por alguna canción en concreto, los habituales 0,99 euros. Vais a alucinar, en serio.

En otro orden de cosas, el próximo 4 de junio se estrenará en el Museo Ghibli el nuevo cortometraje del estudio, ‘Takara Sagashi’ (La caza del tesoro), una pieza de nueve minutos de duración que como de costumbre sólo podrá disfrutarse en el Cine Saturno del museo. El corto es una adaptación de un libro infantil escrito por Rieko Nakagawa e ilustrado por Yuriko Yamawaki, autores también de otros dos libros que ya han sido animados para el museo: ‘Sora iro no tane’ (La semilla del color del cielo) y ‘Kujiratori’ (La caza de la ballena), ambos escritos y dirigidos por Hayao Miyazaki.

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Visitando el Museo Ghibli en Mitaka (Japón) [Especial Studio Ghibli]

El Museo Ghibli se inauguró el 1 de octubre de 2001 y se encuentra ubicado dentro del parque Inokashira Onshi de la ciudad de Mitaka, Tokio (a unos 20 minutos en tren desde la estación de Shinjuku). Diseñado por el maestro Miyazaki en persona, el edificio está plagado de pequeños detalles que lo convierten en algo tan interesante y fascinante como las exhibiciones que acoge: paredes que se curvan hasta servir como prolongación del suelo, diminutas puertas para niños (o adultos sin problemas para agacharse) que sirven de atajo para muchas estancias, coloridas vidrieras con los personajes más entrañables del estudio o fósiles que asoman entre las texturas de los ladrillos. Cada estancia tiene una personalidad propia, no es una simple división de un espacio mayor, e intenta estimular la imaginación del visitante para invitarle a explorar el museo sin un orden determinado, a su propio ritmo.

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