Confiesa Motofumi Kobayashi, en el epílogo de ‘Vietnam War’ que esta obra nació como respuesta a los muchos lectores japoneses que exigían saber más del conflicto a través del manga. Quizás ahí es donde nace su principal problema: ésta es antes una obra educativa que un divertimento.
No quiero decir con eso que ‘Vietnam War’ sea un fracaso. La intención de su autor era recopilar de manera exhaustiva los datos de la guerra (en minúscula, pues nunca se declaro como tal) y plasmarlos luego de manera sintética. Y, desde luego, como obra dedicada a los aficionados a la historia o como complemento educativo, no se le puede poner ninguna pega.