Aunque comenzar una reseña señalando con el dedo los problemas fundamentales que tiene una lectura sea una forma poco ortodoxa de pretender exponeros las virtudes de la misma, creo que en el caso de este ‘Frances’ que publicaba hace un par de semanas La Cúpula, es estrictamente necesario dejar atrás su principal escollo para, después, intentar acometer un análisis de sus virtudes.
Así pues, apuntemos de forma temprana que, a lo largo de estas casi cuatrocientas páginas en las que la sueca Joanna Hellgren traza la historia de una imaginativa y curiosa niña y, sobre todo, de los muchos y muy disfuncionales adultos que la rodean, el mayor problema que se encuentra el lector es ser capaz de seguir las diversas acciones que se plantean (hasta cinco personajes se convierten en protagonistas absolutos en el transcurso de la narración) cuando la autora omite el diferenciar unas de otras.