Vale que todo gran poder conlleve una gran responsabilidad; vale que te muerda una araña radiactiva, te escupa un chimpancé radioactivo, o que tus padres no utilizasen la protección adecuada al concebirte sobre un antiguo cementerio indio… radioactivo; vale. Pero no todos los superhéroes son como Lobezno, «eternamente joven» al regenerar su cuerpo, y que yo sepa, el correr más que nadie no tiene nada que ver con hacerse viejo.
Eso mismo debió pensar Donald Soffritti antes de ponerse a dibujar sus divertidas versiones decadentes de algunos de los superhéroes más famosos de las factorías Marvel y DC: un Flash viejuno que apenas si alcanza a llegar al cuarto de baño, un Doctor Octopus que aprovecha los brazos extra para pasear al perro mientras hace la compra, o un Spiderman que más que telas de araña lanza el suero del gotero que le acompaña a todas partes.
Sencillamente desternillante.
Vía | Isopixel
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