COMIC SCENE: Las Lecturas de Fancueva
V. Kingdom Come

La Guerra de los Sinestro Corps #1, la saga del año

La guerra de los sinestro corps, planeta, Geoff Johns y Ethan Van SciverLa épica. O mejor dicho: la epopeya. Eso es lo que trae de vuelta este primer número de La guerra de los Sinestro Corps, de Geoff Johns y Etahn Van Sciver. Esa necesidad de contar los grande restos y batallas de personajes heroicos, con confrontaciones claras, acción grande y, claro, intervención de lo sobrenatural o maravilloso.

Así, más o menos, decían los griegos que debían construirse los relatos épicos. Y los cómics de superhéroes no deberían olvidarse de esto. Por supuesto, pueden tocar otras formas de escribir, tirar más por el lado intimista, ser detectivescos, todo lo que queráis. Pero la épica debe estar presente, aunque sea a cuentagotas, aunque sólo sea en una saga al año.

Y Geoff Johns lo sabe. Lo ha hecho casi en todas las colecciones que maneja y lo puso en práctica también en Crisis Infinita. Sólo así salió vivo y con una buena historia de un homenaje innecesario y algunas decisiones muy discutibles (ese Superboy Primo cambiándolo todo a puñetazos es tan risible que hasta Johns le ha dedicado puyitas en alguno de sus cómics). Johns se maneja bien en la epopeya y en la guerra de Sinestro contra todo el cuerpo de Green Lanterns ha puesto la carne en el asador. Ya en el primer número crea escenas poderosas, da giros que engrandecen aún más la acción, abre de lleno el cómic en mitad del conflicto y no deja respiro al lector.

En cada página ocurre algo y casi todo lo que pasa es de grandísima importancia. No son simples giros de guión, son cambios notables, puntos de giro que lo retuercen todo o, como dirían los griegos, «acción grande». Apoyado en un un Ethan Van Sciver espectacular a los lápices (da gusto ver cómo este hombre ha crecido en su manera de dibujar), Johns deja un inicio de saga espectacular que, salvo que cambie mucho el tono, apunta a que no se va a quedar en lo maniqueo de la historia.


ATENCIÓN, SPOILERS

Sinestro Corps
Una pega antes de seguir. La edición de Planeta (en la que flaquean ligeramente los artículos pese a que sirven para situar al neófito en la saga) destroza sin previo aviso el final de 52, así que si no sabes lo que ocurre al final de la serie, pero la estás siguiendo, no leas La guerra de los Sinestro Corps hasta que Planeta edite el último número que queda.

A lo que íbamos: Johns cumple especialmente bien en el especial inaugural de la saga y con altibajos en los cuentos de los Sinestro Corps que vienen de añadido. Éstos se mueven entre lo gracioso (ese homenaje al Libro de la Selva) y lo ligeramente ridículo (la historia de Bedovian), lo que hace flaco favor a presentar a los villanos como los únicos capaces de infundir temor en la galaxia. Tampoco Dave Gibbons luce como era de esperar.

Sinestro Corps

En cualquier caso, las pegas son menores si se contempla la primera parte del cómic como la importante. Ahí, Johns y Sciver lo bordan, desde la irrupción del anillo amarillo en OA hasta la espectacular última página, con el regreso del villano por excelencia del Universo DC. Momentos como la fuga de su celda de Superboy Primo o toda la transformación de Kyle Rayner en lo que más teme valen su peso en oro y certifican que no estaban equivocadas las excelentes críticas que la saga estaba dejando allá por donde pasara (o en casi todos los lugares, porque El critikator no lo tiene tan claro).

Esta sí que es una gran historia para reengancharse a los superhéroes, incluso aunque nunca hayas estado muy al tanto del personaje de Green Lantern.

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