‘El despertar del Zélfiro I: Corteza y savia’, «steampunk» para todas las edades

Desde que comenzara su andadura, una de las apuestas constantes de Ricardo Esteban al frente de Dib-buks ha sido la de publicar a lo largo del año títulos destinados a un público infantil/juvenil, tratando así de captar a las futuras generaciones de lectores de sus obras más adultas. En dicha apuesta, la editorial ha ido dando salida a toda clase de productos tanto patrios como foráneos que, con raras excepciones, siempre han devenido en una lectura estimulante desde la óptica de un lector maduro con bastantes más años que aquél que es objetivo claro de la vertiente más joven de la casa.

Con títulos tan simpáticos y refrescantes como ‘Los niños del otro lado’, la magnífica ‘La saga de Atlas & Axis’, ‘Marieta’, o las muy recomendables ‘Downtown’ y ‘De mayor quiero ser pequeño’ (por citar sólo un puñado de los que ofrece su catálogo) la oferta de Dib-buks se amplía este mes con ‘El despertar del Zélfiro’, primer volumen de una serie que aparecía en Francia en 2009 y de la que se han publicado hasta la fecha tres tomos en el país vecino.

Con un trazo desenfadado, caricaturesco y tremendamente apropiado para el tono de la narración, Karim Friha coquetea en esta historia con el steampunk para acercarnos a un imaginario que parece beber de fuentes tan dispares como Tim Burton en lo visual y Julio Verne en lo «espiritual», trazando el autor un relato que nos presenta a Sylvan, un joven con extraños poderes que se verá envuelto en una aventura de la que terminará dependiendo su vida y la de un singular grupo de nuevos amigos.

Cómic de aventuras con gran imaginación, este ‘El despertar del Zélfiro’ deja con ganas de saber qué deparará el futuro a los entrañables personajes imaginados por Friha, y eso es algo que no pasa con todas las lecturas que uno hace al cabo del mes.