‘Casualmente’, el reencuentro de una joven con sus raíces niponas

Yumiko es una joven japonesa que vive en Londres desde hace varios años. Aquella ciudad que en un principio la sorprendió por su multiculturalidad y por ese ritmo de vida tan diferente al de su país natal, ha terminado por convertirse en su hogar. Un día, recibe la noticia de la muerte de su padre y regresa a Japón para asistir al funeral, con todos los ritos, costumbres y protocolos que ello conlleva. Con esta premisa, Fumio Obata nos cuenta el reencuentro de Yumiko con sus raíces, en una de sus facetas más emotivas: la del paso de la vida a la muerte. Y es un autor que sabe bien de lo que habla, ya que él mismo dejó Japón hace más de dos décadas para vivir en Europa, donde ha residido en Reino Unido y Francia, dedicándose tanto al mundo del cómic como al de la animación. Su relato es, por tanto, un vívido reflejo del desarraigo y de la búsqueda de identidad nacional que se despierta en todos aquellos que salieron de su tierra e intentan averiguar si su hogar se quedó en el país que abandonaron o en el nuevo que los acogió.

Cuando Yumiko se reúne con sus familiares para el funeral, se produce el primer choque cultural. Acostumbrada al carácter europeo —y eso que los ingleses tampoco son un ejemplo de efusividad y espontaneidad—, las muestras de duelo y el discurrir de la ceremonia funeraria le resultan extrañas, forzadas, respuestas a un protocolo que dicta de forma precisa cómo se debe actuar en esta situación concreta. Tanto es así, que Yumiko lo compara con el teatro Noh, en el que los actores van ataviados con máscaras y cuya expresividad queda limitada a un estricto código que determina cómo se debe representar cada emoción. Lo que empieza como una sensación negativa, termina por generar en Yumiko una fascinación por ese arte ancestral, y poco a poco sus emociones con respecto a la muerte de su padre comienzan a aflorar. El retrato psicológico que de ella hace el autor, y su evolución a lo largo de la narración, es sencillamente soberbio.

‘Casualmente’ guarda ciertas similitudes con el sensacional manga ‘El almanaque de mi padre’, de Jiro Taniguchi, en el que el protagonista también se reconcilia con sus orígenes a partir de la muerte de su progenitor. Ambas obras cuentan con una sensibilidad a flor de piel que nunca cae en lo cursi ni lo lacrimógeno, y también nos cuentan detalles interesantes sobre la cultura y las tradiciones japonesas, concretamente en lo relativo a las formas de honrar y despedir a los difuntos. Obata redondea el resultado con un estilo gráfico basado en una sensibilidad oriental que se enriquece con las influencias recibidas en occidente, coloreado a mano y con muy buena mano para recrear los escenarios. Quienes hayan viajado allí, reconocerán sin problemas diversos rincones de Londres, Tokio y Kioto. Los amantes de las buenas historias, especialmente aquellos fascinados por la cultura y la sociedad del país del sol naciente, no deberían perderse esta lectura.