Todos tenemos momentos (de cualquier tipo) grabados en nuestra mente, ya sean noticias, conversaciones, piezas musicales, escenas de películas… y que recordamos con cierta frecuencia y nostalgia. A los lectores de cómic nos pasa igual, seguro que tenemos cientos de escenas grabadas en nuestras retinas, momentos en los que nos hemos reído, hemos llorado, hemos sufrido un chute de adrenalina, hemos tenido multitud de sentimientos. Por eso, e inspirado tanto en “Mis Secuencias Mágicas” de Blog de Cine como en “A Year of Cool Comic Book Moments” de Comics Should Be Good!, para estos domingos de verano (y alrededores) inauguro “17 Viñetas” una sección en la que repasaré esas escenas del cómic que no me dejaron, para bien o para mal, indiferente. Rescataré diecisiete escenas, una por cada domingo de junio, julio, agosto y septiembre, de muy variado género y tono. Momentos todos marcados bien por la tensión plasmada o por la importancia que tuvieron.
Para comenzar esta sección no se me ha ocurrido mejor momento que el protagonizado por Daredevil y Bullseye en un cómic que ya de por sí me impactó en su totalidad. Estoy hablando del ‘Daredevil’ 191 (Marvel, Febrero de 1983), titulado “Roulette” y escrito y dibujado por un Frank Miller en uno de los mejores momentos de su carrera.